El plan de conservación de As Brañas diseñado por el Concello de Sada en colaboración con el Instituto de Biodiversidade Agraria, el Ceida y la Reserva de Biosfera se erige como un instrumento clave para revertir el deterioro de este valioso enclave natural,
DOG EXPOSICIÓN PÚBLICA ENIL AS BRAÑAS
La Xunta de Galicia someterá a participación pública el documento básico del Plan de Conservación del Espacio Natural de Interés Local (ENIL) de Brañas de Sada en el plazo de un mes. Así se lo ha trasladado la directora general de Patrimonio Natural, Belén do Campo, al alcalde, Benito Portela, y al concejal de Obras y Servicios, Fernando Fariña, con quienes mantuvo este martes un encuentro coincidiendo con la publicación en el Diario Oficial de Galicia del anuncio según el cual todas las personas y entidades interesadas podrán consultar el documento y enviar al departamento sus sugerencias y alegaciones desde hoxe.
El ámbito de aplicación de la ENIL Brañas de Sada abarca estanques, antiguas telleiras y arroyos. Así, las Brañas de Sada conservan restos de un pasado industrial reciente, constituyendo un espacio natural relevante de la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas y Terras do Mandeo y delimitado como zona de corredor ecológico en el Plan de Ordenación Costera.
Con una superficie de 29,9 hectáreas, este espacio está influenciado por las condiciones y geomorfología de la cuenca de estos dos ríos, configurando a su alrededor una serie de cuerpos de agua y terrenos inundables que forman parte del concepto de humedal. De hecho, gran parte de su territorio está incluido en el inventario de humedales de Galicia.
La explotación de los sedimentos arcillosos modificó sustancialmente el enclave, en el que el plan de conservación identifica hasta 18 lagunas y pozos que alcanzan, en algún caso, hasta los diez metros de profundidad. Este pasado extractivo será recordado en un centro de interpretación que se ubicará fuera del perímetro de As Brañas y que deberá realizarse “acorde con los modelos, formas y acabados tradicionales empleados en las construcciones de carácter rústico”.
En cuanto a la calidad ambiental de las Brañas de Sada, este enclave conforma una zona húmeda de origen artificial naturalizado, en la que las cuencas realizadas como consecuencia de la actividad de las telleiras forman un ecosistema acuático con una serie de lagunas de agua dulce que han favorecido la colonización natural del bosque ribereño.
El plan de conservación delimita tres zonas. En la Zona 1 (de conservación), que constituye el área de mayor valor y fragilidad del humedal, estará muy restringido el acceso y solo se permitirán itinerarios en grupos pequeños (máximo de 10 personas) y con guía. En la Zona 2 (de protección), lindante con las lagunas, se tenderá también a la mínima intervención humana, aunque se permitirá la continuidad de las explotaciones agropecuarias de baja intensidad existentes en el momento de redactar el documento. La Zona 3, en contacto con la zona urbana de Sada, será la que acoja las actividades de uso público. Entre otros, eventos de carácter cultural y tradicional. En esta área está prevista también la construcción de dos observatorios.
Entre las actividades permitidas está el senderismo en grupos de hasta 20 personas por caminos que discurren por la periferia del ENIL y que penetran en determinadas áreas de la Zona 2 y la Zona 3.
El plan de conservación prevé una inversión de 166.000 euros repartida en seis anualidades. A los fondos propios del Concello de Sada se podrán sumar otros procedentes de otras administraciones.
Una joya ambiental desconocida y amenazada por invasoras y la actividad humana
El plan de conservación de As Brañas de Sada dedica varias páginas a desglosar los valores ecosistémicos de este humedal reconocido como Espazo Natural de Interese Local (ENIL). Este enclave aglutina diferentes tipos de hábitats, como lagunas, bosques aluviales, herbazales o arroyos que dan sustento y refugio a numerosas especies, algunas catalogadas como vulnerables o en peligro de extinción.
Los sauces, alisos y fresnos dominan el bosque aluvial, que acoge también abedules, robles o laureles y diferentes especies trepadoras y lianas. El grupo faunístico más relevante lo constituyen las aves. Entre los moradores, hay identificados además hasta quince mamíferos y siete especies de anfibios.