El sábado 27 de noviembre la Fundación Salma tendrá habilitado un puesto en el Feirón de Sada para recogida información y recogida de firmas sobre la iniciativa Legislativa Popular para la creación de una ley gallega de Salud Mental
Fundación Salma (Fundación para o coidado da Saúde Mental en Galicia)
La salud mental no debe ser un privilegio
Los problemas de salud mental afectan directamente al 25% de la población,pero no todas las personas pueden permitirse el acceso a los servicios necesarios para su cuidado. El problema no desaparecerá por sí incluso: sin recursos humanos y materiales suficientes para satisfacer las necesidades de la población, los problemas de salud mental y sus consecuencias tienden a empeorar: las readmisiones, las adicciones, las enfermedades derivadas y la exposición a la marginación y la exclusión social aumentan. Si se descuida, el problema se extiende también la familiares y amigos que, al asumir los cuidados sin ayuda, acaban poniendo en peligro su estabilidad laboral y económica, y su propia salud mental.
Si no le dedicamos la atención y los recursos necesarios, los problemas de salud mental y sus consecuencias tienden a empeorar, dificultando el tratamiento, extendiéndose a los familiares y amigos íntimos y provocando que aparezcan situaciones de marginación y exclusión social.
La salud mental cerca de las personas
En la actualidad, y debido a la falta de alternativas, los médicos de familia intentan aliviar los problemas de salud mental prescribiendo ansiolíticos y antidepresivos o remitiéndose a consultas especializadas, que pueden demorarse hasta seis meses. La ley gallega de salud mental busca acercar el servicio a las personas, y conseguir una atención integral e integrada en la comunidad. Para eso, propone la creación de unidades de salud mental especializadas en centros de salud de Atención Primaria, que permitan acceder a servicios con los mismos tiempos de espera y en iguales condiciones que para cualquiera otro tipo de enfermedad física.
La salud mental debe cuidarse desde la infancia
La OMS advierte que la mitad de los trastornos mentales aparecen antes de los 14 años. Detectarlos temprano puede evitar el empeoramiento de muchas patologías, que se hacen crónicas y que a menudo llevan a situaciones de exclusión social. Por desgracia, en Galicia los medios para detectar y tratar la salud mental a edades tempraneras no son suficientes para cubrir las necesidades. La ley gallega de salud mental propone crear programas específicos para niños y adolescentes coordinados con centros educativos, dispositivos enfocados a priorizar los casos de acoso, maltratos o maltrato, y crear centros especializados para ayudar a las familias, a la altura de los estándares del resto de los países europeos.
La ley gallega de salud mental propone un compromiso firme con la detección y prevención precoz de problemas de salud mental, reforzando los dispositivos dedicados al diagnóstico y cuidado durante la etapa infantil-adolescente.
Se precisa reforma estructural no un retoque
Para poder equipararse al resto de comunidades y países europeos, la salud mental en Galicia precisa una gestión más eficaz y transparente. La ley promueve la coordinación de todas las disciplinas que trabajan para la salud mental para garantizar la continuidad de los cuidados, algo fundamental para facilitar la inclusión social y la sostenibilidad.
A pesar de los esfuerzos realizados por muchos colectivos nos últimos años, la situación de salud mental en Galicia sigue sin cubrir las necesidades de la población. Pequeñas modificaciones no son suficientes para reconducir esta situación, es preciso adaptar el modelo sociosanitario a los estándares estatales y europeos. La ley gallega de salud mental promueve una mayor transparencia y evaluación continua de los resultados y apuesta por un modelo en el que se coordinen los esfuerzos de todos los profesionales dedicados a la salud mental. Un modelo más eficaz debe tener alternativas de vivienda que garanticen la continuidad asistencial, promoviendo una autonomía personal que permita la inclusión social y laboral en la comunidad, como forma de evitar la cronicidade y la rápida evolución de las discapacidades, los reingresos continuos, la reducción del gasto farmacéutico y hospitalario.
La ley gallega de salud mental establece responsabilidades y obligaciones claras. Una ley garantiza que el compromiso de mejorar la salud mental es duradero y estable en el tiempo, dando a los compromisos una seguridad que los planes y programas no pueden conseguir por sí mismos.
Los planes y estrategias de salud mental son necesarios y útiles, pero son figuras flexibles cuyos objetivos suelen abandonarse a medio plazo. Como indica la propia OMS, tienden a permanecer en el ámbito teórico y de las buenas intenciones, y un ejemplo de esto es la estrategia estatal del 2006, cuyo seguimiento cayó en el olvido pocos años después de ser aprobada. La ley gallega de salud mental establece claramente los deberes y responsabilidades, de suerte que el compromiso con la salud mental sea estable en el tiempo y se mantenga a largo plazo